Ya estamos en época de fallas y como cada año hemos preparado durante la semana el particular evento fallero.

Transformamos la Fundación en un auténtico casal montando los preparativos para el día de la celebración, planificando hasta el último detalle: selección de la fallera mayor y presidente de la falla, montaje de moños y peinetas, realización de insignias con el nombre de nuestra falla ¡Falla Fundación AFIM!, confección de fajines, adquisición de la banda de honor y un ramo de flores que acompañe a la belleza de la singular Fallera Mayor.

Primero de todo, escogimos democráticamente a la fallera mayor y al presidente. ¿Y quiénes fueron los elegidos?

Fallera Mayor de AFIM 2018, la talentosa y brillante señorita Pilar Torres L.

Presidente de AFIM 2018, el extrovertido y amigable don David Sáez

En segundo término, nos pusimos con los preparativos para estar todos requeteguapos el día de la Presentación. Luego pasamos a planificar la típica chocolatà con buñuelos y churros ¡«unes falles sense chocolatà, ni són Falles ni són na»!

Y ya por último, sólo nos quedaba decidir el día…

…lunes no, que hay partido ¿miércoles? No, que ya estamos de vacaciones de Fallas, pues solo nos queda el martes…pero…el martes es taller del huerto… y como si una musa hubiera invadido nuestras cabecitas pensantes surgió la idea de montar un evento fallero huertano.

Llego el día, empezó pasado por agua pero a los falleros de AFIM no nos paran 4 gotas ¡con 5 ya nos lo empezamos a pensar! Los más valientes acudieron al huerto para proseguir con la jornada recolectora y de limpieza de nuestra parcela.

¡Buenos platos de espinacas con piñones nos vamos a preparar!

Tras terminar de recoger los manojos de espinacas, nos pusimos los moños y peinetas por un lado y los fajines por el otro. ¡Ahora, ya sí que parecemos una comisión fallera!

Luego seguimos con uno de los actos más emotivos: ¡¡¡La Exaltación de la Fallera Mayor!!!

Normalmente, el mantenedor leía una composición hecha por todos, pero esta vez queríamos hacer algo diferente y la corte de honor al completo le recito unas palabras llenas de cariño a Pilar.

Una vez resaltamos las virtudes y bondades de nuestra Fallera Mayor, el Presidente le impuso la banda que le otorgaba el comienzo de su reinado y le entregó un ramo de flores.

Acto seguido dimos paso a la Presentación de cada uno de los falleros que conforman la comisión de la falla AFIM y la Fallera Mayor les puso las insignias. Y terminamos con el tradicional Pasacalles, que en este caso era más un pasaparcelas que no dejó indiferente a nadie, ni tan siquiera a los espantapájaros.

Acabamos el día haciendo fotos divertidas por el huerto y dando la bienvenida a unas esperadas fallas 2018 y a la sonora mascletà que señala el comienzo de la semana fallera.

Deseamos que hayáis pasado unas Felices Fallas y contaros temprano más novedades de AFIM- Valencia.

¡Visca la Falla Fundación AFIM!

¡Visquem les Falles!

Era miércoles por la mañana, estábamos ansiosos por empezar la visita. Algunos habíamos acudido a la Fundación para coger el autobús con los monitores, otros ya estábamos esperando allí. Comenzaba, por fin, la salida cultural al Real Monasterio de la Santísima Trinidad.

Es un edificio de gran importancia artística e histórica para todos los valencianos y no podíamos dejar de ir a visitarlo.

Y atendiendo a las fechas en las que estamos, deciros que se trata de un lugar vinculado a mujeres, unas mujeres avanzadas a su tiempo tanto la Reina María de Castilla como Sor Isabel de Villena. Una por gobernar y “tomar las riendas” de un reino y la otra por ser una de las primeras escritoras valencianas que defendió la postura de la mujer en sus libros frente al tradicional machismo de la época.

En cuanto llegó Amparo, la guía del equipo Valentia Ars Magna (artífices del taller “Historia de una reina”), nos aventuramos a conocer todos los emplazamientos de este monasterio y la historia que iba atada a ellos.

Primero aprendimos unos cuantos conceptos sobre la arquitectura gótica: pináculo, tímpano, arco ojival, etc., ¡pero no os penséis que nos pillaba todo de nuevas! Fuimos capaces de responder preguntas sobre algunos de los elementos…Como por ejemplo, que el rosetón venía de Italia ¡Quique lo tenía muy claro!

Luego acudimos a una habitación que incluía una campana que antiguamente se hacía sonar con la intención de abrir una diminuta puerta para comunicarse con las monjas sin romper su estado de clausura y un torno con tres ruedas que lo hacían girar para hacer llegar los objetos a las monjas. A Inma, Elisa, Pilar T.R. y Pilar T.L. les resultó realmente curioso ver el mecanismo y uso de este peculiar torno.

Otra de las zonas que nos encantó fue la iglesia ¡en especial a Judith! y no sólo por la estructura y belleza de las cristaleras, sino porque guardaba rincones secretos donde las habitantes de este monasterio podían seguir una misa e incluso, cantar en el coro. Ellas permanecían alejadas en un balcón del resto de feligreses, pero no era un simple balcón sino que la orden de las clarisas lo utilizaba como confesionario y lugar de culto ya que allí mismo guardaba reposo la Reina María.

Para llegar a estos rincones previamente pasamos por los jardines donde las monjas se dedicaban a la reflexión, nos recuerda José Mauro.

Desde el jardín entramos en la cocina, una “señora” cocina del siglo XV que nos ayudó a transportarnos a la época del siglo de oro de Valencia y desde la cual nos dirigimos a la última pero más entretenidas de las estancias:

¡El comedor!

¿Y por qué decimos que era la más entretenida de las estancias? Pues como cabía esperar de este sitio, el comedor guardaba otra sorpresa…

…el primer libro escrito en valenciano que la propia Sor Isabel de Villena había traducido del latín para que la gente sin estudios pudiera seguir una misa y…

¡el taller didáctico que nos habían preparado el equipo de Valentia Ars Magna!

Y es que como dicen Marina y Nicolás, aprender y divertirse es un valor añadido. Las actividades nos ayudaron a memorizar mejor todo lo que nos había estado enseñando Amparo durante la visita, que Pilar T.L. e Inma no tuvieron dificultad ninguna en recordar.

¡¡¡Sin duda, fue la mejor forma de terminar una jornada inolvidable!!!

Hace un par de semanas todo el grupo nos preparamos para celebrar nuestra fiesta particular de los Carnavales.  Primero de todo: quitar el polvo a nuestros antiguos disfraces  ¿Ya está?

Pues ahora ya podemos disfrutar del piscolabis que habíamos ido a comprar…Pero no penséis que sólo comimos y bailamos, antes de nada aprendimos algunos datos interesantes sobre los carnavales.

Nos pusimos en parejas y escogimos ciudades como Venecia, Cádiz, Tenerife, Colonia, Río de Janeiro…Buscamos información y contamos a nuestros compañeros lo más importante sobre estos Carnavales, utilizando algunas aplicaciones informáticas (Piccollage, Tiny Tap, Pixton…) que habíamos trabajado hasta ahora  ¡Seguro que alguno se ira de viaje para comprobar si es cierto todo lo que dijimos!

Por ejemplo, sabéis que el Carnaval de Oruro (Bolivia) y el de Barranquilla (Colombia) son Patrimonio de la Humanidad?? Este dato no lo conocíamos, ni siquiera Quiquepedia!!!

Pero sí teníamos muy claro nuestros queridos carnavales españoles, el de Cádiz y el de Santa Cruz de Tenerife. Todos los identificamos en las fotos que nos pusieron los monitores ¡¡Ahí sí que no nos pilláis!!

Después del juego “¿Quién sabe más sobre los carnavales?” Descubrimos que con los carnavales también se le puede alegrar el día a un amigo que está “de bajón”. Escogimos varios murales con frases de ánimo y algunos compañeros añadieron frases de su propia cosecha.

Javi nos dijo: ¡Nunca tirar la toalla! Claro que sí. Hay que ser constante

¡No pierdas la esperanza, sí que puedes! Este mensaje tan impetuoso es de Quique

Y siguiendo con las frases optimistas aquí tenemos la de Pilar: Anímate que la vida son dos días! Y cómo no, su compañera del alma, Elena, nos dice: ¡Olvida lo que te diga la gente y sigue tu vida!

Y ya por último el lema hippie corre a cargo de José Mauro: ¡¡Sí al amor y no a la guerra!! Peace and Love

Otra manera de alegrar el día es a través de la música…y ya que estábamos en Carnavales que mejor que la canción de Celia Cruz “La vida es un carnaval”. Todo nos pusimos a cantarla y algunos hasta salieron a bailar ¡Si es que somos unos marchosos!

Para despedir el día de hoy queremos dejaros con una de las frases que más nos gustó de esta alegre canción:

“…ES MÁS BELLO VIVIR CANTANDO”

Así os animamos a no recordar el pasado con nostalgia, ni el futuro con ansiedad; sino en vivir el presente con pasión