Ayer realizamos una excursión a la localidad del Puig (Valencia)
donde se encuentra el monasterio de Santa María, el monasterio
fue fundado por el rey Jaime I en 1240. Allí se libró en 1237 la batalla
definitiva para la conquista de Valencia (llamada en aquella época
Balansiya). Esta batalla se conoce como » La batalla del Puig «.
Allí nos esperaba María, que nos contó toda la historia del
monasterio y nos realizó una vistita por todas las salas que lo
componen. Nos relató como a finales de agosto de 1237 el
el fraile mercedario Pedro Nolasco descubrió la imagen de la Mare de
Déu debajo de una campana, según cuenta la leyenda.
En esa misma colina, se edificó la iglesia de Santa María y, a partir del siglo
XVI, el majestuoso monasterio. Hoy en día viven en el 5 sacerdotes que son
cambiados cada tres años, estos sacerdotes ofician los actos religiosos que
se celebran en el.
( llegando al monasterio )
( dentro del monasterio ).
Una vez concluida la visita al monasterio, nos estaba esperando
Alberto ( guía de la localidad ) que nos contó la historia de Jaime I
y nos llevó a conocer el castillo del Puig. Aprendimos anécdotas
muy curiosas como por ejemplo, que en aquella época para elegir
el nombre del rey se encendían doce velas, cada una de ellas con
un nombre y la última que quedase encendida era el nombre que
se le ponía finalmente al rey. También gracias a el supimos que tras
un asalto donde reposaban los restos de varios reyes, estos se
mezclaron y cuando fueron a enterrar nuevamente a Jaime I, supieron
que restos pertenecían a el, porque en el momento de su muerte se
había convertido en monje y llevaba puestas las vestiduras y reconocieron
su cráneo gracias a un agujero que le produzco una flecha en una
de las batallas.
El camino hasta llegar al castillo nos produjo dos sentimientos, el primero
de admiración porque es un sitio precioso, con unas vistas impresionantes.
El segundo de cansancio, porque está en la montaña mas alta de todo el
pueblo y nos costó mucho llegar a el, y aquí, necesitamos hacer una mención
especial a nuestra compañera Marina, que teniendo una enfermedad que
le afecta a sus piernas, fue capaz de llegar a lo más alto y aunque tuvo
dificultades para hacerlo, luego nos explico que le había merecido mucho
la pena porque es una experiencia que no olvidará.
( subiendo al castillo ).
¡¡¡ Conseguido !!!
Y por último y para despedir esta preciosa excursión, decidimos
hacernos todos juntos una foto en el árbol de navidad del pueblo
con caras de satisfacción por lo bien que lo habíamos pasado.
¡¡¡ Hasta pronto amig@s !!!