Este sábado celebramos la Yincana “Aventura Sampigobiana” que organizaron, los que ya consideramos nuestros amigos, los voluntarios de la empresa SPB y del Centro Amigó- La Salle. La aventura empezaba en los Jardines del Turia, donde nos esperaban familiares y amigos para disfrutar todos juntos de este encuentro tan especial.

Antes de empezar con las diferentes pruebas, nos agruparon en cinco equipos (Amarillo, Azul, Verde, Rojo y Blanco) y nos inventamos un grito de guerra, con la ayuda de los monitores que nos acompañaban en cada uno de los equipos.

José Mauro y Quique cuentan que el suyo era muy divertido: “Y cómo los gorilas, uh, uh, uh” (pues… razón no le falta). Y el equipo de Amparo iba pasando la yincana al grito de: “¡Los meejooooreees!”

 

Sin duda, todos coincidimos en lo bien que lo pasamos superando los retos y consiguiendo la recompensa…PALABRAS…Que ya podéis suponer que tenían algo que ver con el final de esta estupenda aventura

¿Y qué es lo que tuvimos que hacer para conseguir nuestro premio?

Puntería: apagar una vela con agua usando una pajita de refresco. Pilar T. R.  y Judith hicieron su propia versión de este juego…¡con un vaso de agua! Lo importante es que consiguieron el objetivo final y no se quedaron sin su recompensa.

Buscar la pareja, donde teníamos que encontrar unos candados y sus correspondientes llaves en unas “piscinas” de cartón llenas de harina y de arroz. Unos lo tuvieron más fácil que otros, como es el caso de Quique ¡con esas manazas era imposible que algún candado pudiera escapar! Luego tenemos a nuestros velocistas, José Mauro y Pilar T.L.,  que abrían los candados con tanta rapidez que dejaron a los voluntarios con la boca abierta.

La hora del disfraz fue una de las actividades más temidas por los vergonzosos y con la que más nos reímos. ¡¡Pilar T. R. parecía un teletubbi!! A José Mauro se le caía la capa y a Inma la falda!!! Los disfraces no estaban a prueba de gente tan bailonga a ritmo de bachata como nosotros.

El juego de las botellas sacó a relucir nuestra capacidad de concentración, atención y memorización. Nos encantan este tipo de retos porque nos motivan para seguir trabajando nuestra mente

Como no podía ser de otra manera en la búsqueda del tesoro dimos la talla, Marina y Pilar T.L. encontraron el cofre en un «visto y no visto». Después de haber leído la “Isla del Tesoro” conocíamos muy bien los códigos piratas para seguir las pistas… ¡Sólo nos faltaba un parche en el ojo,  la pata de palo y al capitán Flint encima de nuestro hombro! Y además como buenos bucaneros obtuvimos nuestros tesoros, pequeñas bolas del mundo para quitarnos el estrés acumulado.

En la gallinita ciega pusimos todos nuestros sentidos en juego para descubrir a los compañeros, aunque alguna gallinita muy lista tenía poco de ciega y sabía muy bien hacia donde tenía que ir…ejem…ejem…No fue el caso de Javi ,que de no ver nada llego hasta a asustarse!!

Y para el final dejamos la Petanca, donde sorprendimos a voluntarios, monitores, espectadores e incluso a las personas que sólo estaban disfrutando de un agradable paseo por el Jardín del Turia. Fue la PRUEBA por excelencia: demostramos puntería, fuerza, control y agilidad. Judith, Pilar T.L., Elena F, Marina, Amparo e Inma (que no había jugado antes) la escogieron como una de sus favoritas, ¡claro¡ si es que todo fueron elogios:

“¡Qué buena puntería tenéis! ¡Parecéis unas profesionales! ¡Da miedo lo bien que lo hacéis! ¡Eres la mejor!, etc. Éste último era más bien de la madre de Elena F., una animadora de lujo.

Al final, tal y como dicen Elisa y Elena S, conseguimos acabar todos los desafíos y llegar a la meta muy rápido, para poder construir entre todos la frase que definía perfectamente lo que habíamos sentido durante esta fantástica experiencia.

¡Y lo mejor de todo: con una sonrisa de lado a lado!

Nosotros no nos queremos despedir sin agradecer a nuestros nuevos amigos de SPB y Centro Amigó toda su dedicación y esfuerzo para que pasáramos una mañana la mar de divertida, y desear que este sea el primer encuentro de muchos!!!